26 de diciembre de 2013

Eighteen.

       No recuerdo qué hora era. Tampoco quiero hacerlo. Fuera la hora que fuese sabía que era tarde, muy tarde, pero sólo en aquel momento pude dormirme. Y sólo cuando desperté a la mañana siguiente me di cuenta de que todo aquello había sido un simple sueño…

Caminaba por una calle oscura, era muy tarde, quizás las dos o las tres de la mañana. Mi mayor miedo me perseguía: era el olvido. Se acercaba por detrás, quería alcanzarme y dejarme sin nada ni nadie. Su único objetivo era robarme todo aquello que una vez me había hecho feliz, quería robarme mis motivos para sonreír y llevárselos para siempre.

Eché a correr. Saqué mis manos de los bolsillos y empecé a moverme tan rápido como pude. Respiraba por la boca, trataba de recobrar todo el aire que contenían mis pulmones, pero cada vez me resultaba más difícil mantener el nivel de oxígeno. De vez en cuando miraba hacia atrás con la esperanza de que el olvido se hubiese cansado de correr tras de mí y se hubiese ido con su maldito deseo de quitármelo todo.

En una de las veces que volví a mirar hacia adelante me choqué contra un poste. Caí al suelo rota del dolor, no podía moverme. El suelo estaba helado, pero no conseguía levantarme, me había roto algo. Levanté la vista y ahí estaba él, mirándome muy fijamente, relamiéndose de gusto. Poco a poco comenzó a absorberme todos y cada uno de mis recuerdos desde el día de mi nacimiento, pasando por mi primer regalo de cumpleaños, mi primer beso, mi primera lágrima… hasta llegar a ese preciso instante, no sin antes recordarme el momento que estaba viviendo antes de quedarme dormida.

‘Luke…’, susurré. Pero mi miedo desapareció en cuanto recobré la cordura y recordé que, efectivamente, me había quedado dormida y todo estaba siendo un sueño. El olvido se había ido. Sin mis recuerdos. Ni mis momentos felices, o tristes. Sin mis razones para sonreír.

Me di la vuelta en la cama y ahí estaba él. Mi entereza, mi fuerza. Me miró y me tocó la frente. Por un momento se asustó. Estaba sudando a causa de la pesadilla. Yo le miré fijamente. ‘Prométeme que no me dejarás sola nunca. Prométeme que no me dejarás sola ni en sueños’. Él no entendió a lo que me refería, pero asintió. ‘Te lo prometo’, dijo abrazándome fuerte.

28 de noviembre de 2013

Seventeen.

Susurros. Voces en mi cabeza que susurran su nombre. Ganas de gritar. Mil deseos. Y mil sueños inalcanzables. Todos ellos lejos, muy lejos del horizonte más próximo. Luz al final del túnel. Pisadas que dejan de ser eso para pasar a ser alguien sentado en el suelo. Lágrimas. La melodía del posible adiós. Ese deseo de olvidar. Misteriosa fuerza que lo impide. Mirada perdida mientras pienso en ti. Un ciclo de síes y noes que se repite cada día. Tan pronto gris, tan pronto blanco. Una sonrisa. Hoy lo significa todo, tal vez mañana no signifique nada. Descontrol de sentimientos. Palabras que nunca sobrepasan el límite de transformarse en hechos. Pero mi nombre en tu boca suena tan bien. Sorpresas. Fotos. Y más susurros, y más voces, y sonrisas, y más luces, más horizontes, más sueños, deseos, y miradas que nunca llegan... Y cada vez las noches son más largas y los días más extraños.

Silencio entre nosotros. Un muro que se levanta delante de mí, sin poder hacer nada por evitarlo.
Y de fondo una canción que transmite todo aquello que yo jamás supe explicar.

6 de noviembre de 2013

Sixteen.

Es como si, de repente, volviera en mí y despertara de este sueño maldito por fin. Pero no... Este lugar se parece demasiado al mundo real. Miro a mi alrededor buscando una respuesta, pero más interrogantes aparecen delante de mí. ¿Cuándo despertaré? ¿Cuándo podré volver a sentir cordura? ...
Parpadeo rápido, sin motivo, sin razón que me guíe. Y dejo de sentir. Apoyo los pies en el suelo, cierro los ojos, los abro de nuevo y todo sigue igual.
Y entonces lo veo claro: esta pesadilla es el puto mundo real.

8 de octubre de 2013

Fifteen.

No pretende que le des las gracias por todo lo que hace por ti. No espera que te preocupes por ella día y noche. No quiere ser el centro de tu universo. No exige más atención... Lo único que ella aguarda es ser valorada, lo único que desea es que ella y sus sentimientos se valoren tal y como cree merecer. Opina que toda persona tiene cientos de límites a los que, o es muy fácil o muy difícil llegar, o es cuestión de tiempo que acaben por ser rebosados. Y ella es paciente, y tiene esos cientos de límites intactos; hasta el momento no ha llegado a ninguno de ellos. Pero poco queda. Poco queda pues hartarse tampoco es difícil. No entiende ciertas cosas, le resultan extrañas otras tantas... ¿Pero qué hacer cuando se ama? ¿Qué solución se puede encontrar en una situación así? ¿Qué decir cuando no recibes nada de la persona a la que quieres, mientras tú tratas de darle día tras día? Bloqueo.
Muchas veces hemos llegado a esa situación en la que sentimos tanto, que es imposible explicarlo para que otra persona logre comprenderte. Y ella lo intenta, se promete a sí misma que lo intenta, pero no puede. Y cada noche se tumba en su cama boca arriba, y repite en voz alta su nombre sin entender muy bien por qué, y parece tenerle más cerca de lo habitual. Sin embargo, y a pesar de quererle tantísimo, a pesar de haber soñado con él y quererle más al despertar, a pesar de ese sentimiento que, poco a poco, se iba forjando en su corazón sin saberlo, a pesar de todo ello, lo segundo que más desea por detrás de tenerle por fin entre sus brazos, es dejar de amarle y obligar a su cabeza a que se olvide de volver a soñar con él.
Reflexiona, y aunque con poca claridad, y aun menos convicción, logra caer en la cuenta de que ese amor lo único que hace es destruirla y volverla loca cada día un poco más.

22 de septiembre de 2013

Fourteen.

El miedo a decir 'te quiero', el miedo a que todo cambie, el miedo al 'qué pensará ahora de mí'...
Cada día que pasa, cada minuto, cada segundo, ese sentimiento aumenta, y con él, las ganas de exteriorizarlo. Jamás pensaste que sentirías algo así, nunca te habías parado a pensar en lo difícil que sería seguir adelante cuando en tu corazón se ha forjado tal sentimiento. Y te paras a pensar, y observas el horizonte mientras te preguntas qué deberías hacer. Y nada, ni una sola respuesta. Y te duele; te duele saber lo que sientes y que no puedes hacer nada por evitarlo, o por aprovecharlo. Te duele encontrar en ti esas ganas de decirlo, de confesar eso que tantos meses lleva rondando por tu cabeza y no saber cómo hacerlo, o no tener esa valentía de contarlo por fin.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? ¿Me seguirá hablando? ¿Terminará con esta preciosa amistad? ¿Dejará de tratarme como siempre me ha tratado?
Y, sin embargo, y por muy duro que suene, prefieres que sea feliz con otra persona a que esté sufriendo durante mucho tiempo contigo, alguien con quien todo sería mucho más difícil, por no decir imposible...
Quieres que sea feliz, y con eso te basta.

Dicen que es mejor confesar algo por si la otra persona se encuentra en la misma situación que tú y tampoco tiene esa fuerza para contarlo.

Pero no, esta vez no. Esta historia no tiene final feliz, ninguno de los dos dice nada, y, muy a pesar de uno de ellos, los sentimientos se desvanecen, si es que los hay, aparecen nuevos y se cumple el deseo de que al menos uno de ellos pueda ser feliz con quien realmente pueda darle esa felicidad.

8 de septiembre de 2013

Thirteen.

Ella era una chica corriente, que pasaba totalmente desapercibida allá a donde iba, que trataba de ser feliz y de hacer feliz a la gente que le rodeaba. Cuyo sueño era poder lograr cada una de sus metas, aunque ni siquiera las tuviera decididas todavía.
Él era un chico corriente, o no tan corriente, que no pasaba desapercibido, pues siempre había alguien que, allá a donde fuera, le reconocía y le pedía una foto, o un autógrafo. Cuyo sueño se había cumplido hacía ya dos años, y que era feliz porque se dedicaba a lo que le gustaba y podía vivir de ello.
Ella soñaba cada noche con él, y poco a poco, tal vez sin saberlo, se iba enamorando un poquito más.
Él soñaba con seguir creciendo en ese mundo, sin saber siquiera la existencia de ella.
Ella imaginaba cómo sería la vida a su lado, lo increíble que tendría que ser poder mirarle a los ojos y que él no la viera como una más.
Él no imaginaba su futuro, improvisaba en su presente.
Ella sabía que todo aquello era prácticamente imposible, que todo quedaba a más de trescientos kilómetros de su realidad, y a más de cientos de suspiros mirando al techo.
Él sabía que estaba en el mejor momento de su vida, y lo estaba disfrutando al máximo, sabiendo que cualquier día podría acabarse sin avisar.
Ella repetía en su cabeza una y mil veces que nada era imposible.
Él se repetía a sí mismo cada día todas y cada una de las cosas que tenía que hacer durante esas veinticuatro horas que tenía por delante.
Ella sonreía cada vez que percibía señales que le hacían pensar en que todo aquello tenía un porqué; en que, fuera por lo que fuera, les unía un lazo invisible.
Él sonreía con cada logro, con cada nueva oportunidad, y al ver el apoyo que recibía cada día por parte de esas personas que le habían hecho grande.
Ella seguía creyendo en que todas esas señales tenían que significar algo. Y sabía que no pararía hasta descubrir el qué.
Él no quería creer en nada, tan sólo en sí mismo.
Y ella, a pesar de tener la certeza de que aquellos suspiros nunca dejarían de ser tan sólo eso, a pesar de llevar la palabra 'imposible' grabada en la frente, a pesar de estar convencida de que nunca podría ver esa sonrisa frente a ella... a pesar de todo aquello, tecleó: 'Quizá nunca lo llegues a leer, quizá lo leas y no te importe, quizá todo siga igual y no haya servido de nada, pero te quiero'.
Y él, aunque no estaba demasiado pendiente de aquellas personas que tanto le daban y tanto le ayudaban día a día, aunque no pasaba demasiado tiempo frente a una pantalla leyendo mensajes, aunque estaba convencido de que la mayoría de frases que le llegaban eran simplemente por encontrar algo que él no iba a dar... leyó: 'Quizá nunca lo llegues a leer, quizá lo leas y no te importe, quizá todo siga igual y no haya servido de nada, pero te quiero'.

'Arriesga y gana. No puedes tener miedo a perder algo que jamás tuviste... ¿Quién sabe si al final todas aquellas señales estaban en lo cierto? Si tu destino estaba escrito y ellas trataban de demostrártelo...'

4 de septiembre de 2013

Twelve.

Aquí las 25 cosas restantes sobre mí:

26.- Puedo estar realmente mal y que nadie se dé cuenta.
27.- Me encanta escribir, ya sea para desahogarme, rimas o relatos.
28.- He ido a pocos conciertos, pero la verdad es que me gustaría ir a muchos más, aunque tampoco sabría escoger cantante o grupo.
29.- Las series Pokémon, Digimon, Dragon Ball y Oliver y Benji marcaron mi infancia.
30.- La única vez que he estado en el hospital sin que fuera para visitar a alguien fueron 6 horas en urgencias por un dolor muy extraño en el estómago.
31.- Odio a las personas que juzgan cualquier cosa o a alguien sin haberlo probado/conocido antes.
32.- Soy extremadamente sensible.
33.- Prefiero la playa a la montaña, pero la piscina a la playa.
34.- Me pongo muy nerviosa con cualquier cosa.
35.- No me gustan ni el café ni la cerveza.
36.- Me suelen gustar mucho más las camisetas de chico que las de chica.
37.- Tengo debilidad por los chicos con traje y los raperos.
38.- Me encanta cantar, y suelen decirme que lo hago bastante bien.
39.- Cuando era pequeña solía tener muchísimas más pesadillas que ahora y me he llegado a despertar llorando de alguna de ellas varias veces.
40.- No me gusta que me llamen Cristina, prefiero Cris, es mucho más cercano y familiar. Aunque el nombre de Cristina me gusta mucho.
41.- Si tengo un hijo lo llamaré Daniel. Si tengo una hija no tengo ni idea, aunque de pequeña la hubiese llamado Patricia.
42.- No suelo enfadarme a no ser que sea por alguna razón de mucho peso, pero cuando lo hago tengo un carácter muy fuerte y soy un pelín rencorosa.
43.- Tengo bastante paciencia. Pero a veces se me agota y no puedo callarme (aunque suelo callarme casi todo, por no decir todo).
44.- Suelen decirme que soy una pasota.
45.- Para poder estudiar y dormir necesito silencio absoluto.
46.- Me río por cualquier tontería, tengo mucha facilidad para que cualquier chorrada me haga gracia.
47.- Odio tener obsesiones, amores platónicos y sueños imposibles, pero la verdad es que vivo de todo ello.
48.- Según como me dé la luz en la cara, mis ojos son marrones muy oscuros o a veces incluso negros.
49.- Pienso que las palabras pueden llegar a doler o a significar mucho más que un simple acto.
50.- De pequeña me gustaba escribir en un diario todo lo que había hecho a lo largo del día, pero del único año del que tengo un diario completo, es decir, con las 365 páginas escritas, es del 2010.

Pues al parecer he logrado escribir hasta '50 cosas sobre mí' cuando creía que no sería capaz ni de pensar en 30 de ellas. Me ha sorprendido el hecho de que incluso me he quedado con ganas de poner alguna más que se me ha ido viniendo a la cabeza conforme escribía las publicadas. Aun así, me parecen muchísimas y algunas de ellas no tienen la misma importancia que el resto; pero estoy contenta con el resultado de este '50 cosas sobre mí'.

31 de agosto de 2013

Eleven.

Tras haber visto un vídeo del señor AuronPlay en YouTube, el cual se titulaba '50 cosas sobre mí', el cual ya han hecho otros youtubers (ya lo sé), he decidido hacer una lista de lo mismo. No sé muy bien si las 50 cosas que voy a escribir a continuación son las que pueden considerarse las más importantes o las más llamativas de mí y de mi vida, tampoco sé siquiera si voy a llegar a poner 50 en total, pues me parecen demasiadas, o si me voy a dejar alguna que sí sea importante, pero la intención ahí está. Voy a dividir dicha lista en dos partes, la primera constará de 25 cosas, y la segunda, por consiguiente, de otras 25. El orden de las cosas no tiene absolutamente nada que ver con la importancia que yo les dé a las mismas, es decir, el listado no va a seguir ninguna jerarquía; el número en el que cada 'cosa sobre mí' sea colocada no es significativo.
Aquí van las 25 primeras:

1.- Me encanta el fútbol y mi equipo es el Real Zaragoza.
2.- Otro deporte que me apasiona es la Fórmula 1, soy Alonsista y Kimista.
3.- Estoy estudiando Filología Inglesa, aunque en estos momentos no sé muy bien qué quiero "ser de mayor".
4.- Soy una amante incondicional de la música, pues creo que sin ella no seríamos nada, y en particular del rap y el pop.
5.- Soy una friki de YouTube (como ya se ha podido comprobar al principio de esta entrada) y ya hace un año de esto. 
6.- La mayoría de mis mejores amigos viven lejos de mí. 
7.- Sólo he estado enamorada una vez en la vida. 
8.- Tengo pánico a todo ser viviente que sea más pequeño que mi mano. 
9.- También tengo pánico a las agujas, la sangre y todo lo relacionado con la medicina. 
10.- Me encantan los animales (menos los que son más pequeños que mi mano, claro) y en un futuro me encantaría tener un perro y un gato. 
11.- A día de hoy, creo que la única persona por la que daría mi vida es mi hermano. 
12.- No me arrepiento de nada de lo que hice en un pasado, pero si pudiera volver atrás probablemente cambiaría varias cosas. 
13.- Creo en el destino y en que nada ocurre 'por casualidad'. 
14.- Tengo el autoestima por los suelos desde los 13 años. 
15.- Una de las personas más importantes de mi vida es mi abuela. 
16.- Echo muchísimo de menos a mis dos abuelos. 
17.- Me encanta viajar, mi deseo es poder recorrer el mundo entero en un futuro. 
18.- Soy una soñadora nata, vivo de mis propios sueños y de mi imaginación. 
19.- Me gusta hacer sonreír a las personas cuando están mal. 
20.- Soy una hipocondríaca, me asusto con cualquier dolor en cualquier parte de mi cuerpo. 
21.- Soy muy organizada y perfeccionista, me gusta tenerlo todo ordenado, en sus lugares correspondientes y hacerlo todo perfecto (lo que para mí sería perfecto) y si no me sale perfecto, lo repito. 
22.- Odio la velocidad, quizá por eso jamás me he subido a una montaña rusa. 
23.- Soy muy maníaca, tengo mil manías y hay mil cosas que me molestan. 
24.- Soy extremadamente vaga, soy la pereza en persona. 
25.- Las películas que más suelen gustarme son aquellas que están basadas en hechos reales, por ello mi película preferida es 'En el nombre del padre'. 

Y hasta aquí las primeras 25 'cosas sobre mí'.

20 de agosto de 2013

Ten.

Hablemos de sentimientos. ¿Por qué no? Lo bueno que tiene hablar de ellos es que tan pronto te puedes encontrar algo bueno, como algo malo. Y no hay que tener miedo de lo malo, pues de toda experiencia se aprende.
Hablemos de lo que siento, o de lo que dejo de sentir, que también es importante. Incluso a veces mucho más que lo primero. Este sentimiento de dependencia me está matando, me come por dentro cada noche de insomnio, y no me suelta. A veces me pregunto si realmente quiero que me suelte, y casi siempre la respuesta es no. Siento que necesito sentirlo, siento que si no lo siento me caeré sin posibilidad de levantarme. ¿Acaso estoy equivocada? ¿Acaso me equivoco al afirmar que si no sintiese esto cada noche estaría perdida, sin posibilidad de reencontrarme? Es complicado cuando corazón y razón no se ponen de acuerdo, y así es realmente difícil despertar del sueño que me tiene secuestrada. ¿Pero acaso no estoy perdida ya? Estoy perdida y quiero encontrarme, y también quiero seguir perdida. Siento tener que decirme a mí misma que esto debe acabar, siento tener que ser yo misma quien me abra los ojos, quien me repita una y otra vez que cuando todo acabe, todo volverá a ir bien. La misma historia cada noche, con el mismo final, con ese principio que yo misma inventé, y que tal vez nunca debí inventar. Pero una vez que cierras los ojos y comienzas a luchar por algo que sabes que en el mundo real jamás lograrás, ya no hay vuelta atrás. Todo es perfecto en ese mundo inventado, todo gira de manera correcta, todo es posible si te lo propones. ¿Cómo voy a querer que este sentimiento me suelte? ¿Cómo voy a pedir a gritos volver al punto de partida si en el mundo que yo he creado todo es como yo quiero que sea? Allí todo se magnifica. Lo que siento y lo que dejo de sentir. Hablemos de lo que dejo de sentir. He dejado de sentir algo real. He sido invadida por un sentimiento irreal que de un momento a otro puede desaparecer y hacerme desaparecer a mí con él, o tirarme por el precipicio sin que nadie se de cuenta de ello. He dejado de sentir que sigo siendo yo, que todo sigue siendo como antes de cerrar los ojos por primera vez. He dejado de sentir la realidad a mi alrededor, ahora ya no estoy rodeada de verdad, me rodea la imaginación, mis propios espejismos, mi propia realidad. He dejado de sentir que quiero regresar... ¿Qué loco querría volver a un mundo en el que esforzarse no vale de nada, en el que todo lo que ronda por tu cabeza no se va a cumplir? He dejado de sentirme a mí misma. Ya no soy yo quien controla mi mente. Y me gusta. Sea lo que sea que siento que me sostiene que me siga sosteniendo durante mucho tiempo más, que no me deje caer, que no me deje sin esa posibilidad de seguir soñando y creyendo que todo puede ser real... Vivo de este sueño inventado, y de obsesiones; y he dejado de sentirme persona, ahora sólo soy un espejismo más de este desierto de sentimientos.

Y a pesar de esta extraña combinación de querer y no querer, creo tener la solución, la persigo, lucho por ella, pero cada noche, justo antes de quedarme dormida sin querer, vuelve a hacerse invisible y se escapa corriendo, muy lejos de mí.

16 de julio de 2013

Nine.

Poca gente se interesa por ti cuando realmente lo necesitas... Y tú estás ahí, día tras día preocupándote por alguien que ya no te piensa... Pero todos tenemos un límite. Y una vez que llegamos a él es casi imposible volver atrás... Y si llegas y lo reinventas, vuelves a tener la oportunidad de que todo vaya bien. Y volverá a fallar si sólo tú crees en que funcionará... Las cosas cambian cuando menos te lo esperas y a veces no puedes hacer nada por evitarlo porque tal vez es demasiado tarde... O tal vez porque sólo tú estás dispuesto a volver a lo de antes. Y el resto no se da cuenta de la fuerza que has invertido para ello... Y cuando parece que todo va a resurgir, cuando parece que vais a ser capaces de retomar algo que creías perdido... Vuelves a verte solo. Vuelves a sentir que sólo tú eres quien tiene las ganas y la fuerza necesarias de volver a vivir lo de antes...
Tanto las cosas como las personas cambian con el tiempo. Y no vale de nada que tú hagas lo imposible por evitarlo. Porque no toda esa responsabilidad recae sobre ti. ¿Qué pasa con el resto? ¿Qué pasa con los recuerdos? ¿Dónde están? ¿Los conservas tú? Porque si te soy sincera yo no puedo olvidarme de absolutamente nada. Ni de las fotos. Ni de las risas. Ni de los vídeos. Ni de los consejos Ni de las carreras. Ni de los piques. Ni de los abrazos. Ni de los guiños. Ni de las caricias. Ni de las bromas... Ni de mis sentimientos. Dijimos aquel 'para siempre' y hoy me veo a mí sola, recordándolo en silencio... Como si fuera la única que recordase todo aquéllo. Nada es para siempre. Y después de unos 7 u 8 maravillosos veranos, creo que va siendo hora de aceptarlo...

'Hoy vuelve a entrar olor a tabaco por mi ventana, y es en ti en quien pienso...'

5 de julio de 2013

Seven.

Si tuviera que decir lo que más me gusta de ti, no dudaría ni un segundo de mi respuesta. Te diría que para mí eres un completo desconocido todavía. A pesar de que hayan pasado tantos meses, a pesar de que hayamos pasado por mil momentos, a pesar de tantas y tantas conversaciones, a pesar de todas las cosas que hemos vivido... sigo sin conocer ni siquiera un cinco por ciento de ti, de cómo eres, de las cosas que te gustan, de ciertos sentimientos y de ciertas emociones. Y eso me encanta. Porque cada día puedo ir descubriendo nuevas cosas sobre ti; cada día va a ser diferente por el simple hecho de que cada día vas a tener algo nuevo que mostrarme y ofrecerme. Nunca conoceremos al cien por cien a una persona, pero ¿qué falta hace? Si me tengo que pasar el resto de mi vida tratando de descifrar tus enigmas, lo haré. Si tengo que dedicar mi tiempo a resolver tus misterios, lo haré. Si tengo que entregarme en cuerpo y alma a mi gran mundo por descubrir, lo haré.
Porque tú eres ese gran mundo por descubrir.

1 de julio de 2013

Six.

¿Recuerdas aquella vez que te dije que tú, sin ni siquiera tener conocimiento de ello, lograbas hacerme feliz? ¿Recuerdas aquel día en el que te confesé que tú, sin saberlo, conseguías mejorar mis días, aunque fuera tan sólo un poquito?
Hoy, por suerte y con toda la fuerza necesaria para mirarte a los ojos, por fin puedo volver a decírtelo, pero esta vez pudiendo ver esa sonrisa mientra lo hago. Es increíble el tiempo que ha pasado desde que te dije por primera y única vez aquellas palabras, y es increíble que después de tanto imaginarme este momento, por fin lo estemos viviendo. No es como me lo había imaginado. Es mil veces mejor. Traté de imaginar tu sonrisa, tu olor, tu manera de mover las manos mientras hablas, cómo irías vestido y qué harías nada más verme, y qué haría yo nada más verte a ti. Y no acerté en nada... en absolutamente nada. Y me alegro de ello.
¿Y, sabes? Contigo he podido vivir algo que no sabía que existía. Ni esta amistad, ni el que ha sido nuestro primer abrazo, o nuestra primera foto. Ni siquiera nuestra primera mirada, aunque todas y cada una de estas cosas sean tan importantes. Contigo he aprendido que una persona es capaz de sonreír y llorar de felicidad a la vez; de experimentar tal sensación de alegría que, durante varios minutos, no pueda borrar la sonrisa de su cara.
Y no me mires así; tú ya me ganaste aquel día en el que me dijiste por primera vez 'gracias'. Y también aquél en el que me diste las buenas noches...
Cuando llegue a mi casa me juraré no llorar. Esto no es el final de nada. Tan sólo es el principio de un todo.

28 de junio de 2013

Five.

'Todo llega, todo pasa'
Sólo tienes que buscar tu camino, encontrar tu lugar. Tan sólo es necesario tener un poquito de esperanza...

27 de junio de 2013

Four.

Aún en aquel momento se preguntaba por qué no la entendían. Seguía intentando averiguar por qué todavía no se habían dado cuenta de todo lo que rondaba por su pequeña pero valiente mente. Llegó esa situación en la que debía preguntarse qué era lo que estaba ocurriendo fuera de aquella habitación para que nadie hubiera salido tras ella a ofrecerle un abrazo, pues era lo que más necesitaba en ese momento. La pregunta de por qué no la aceptaban tal y como ella era se la había hecho mil veces, pero sólo en aquel preciso instante comprendió la respuesta: ni siquiera la conocían. ¿Cómo alguien va a aceptar a una persona tal y como es, si ni siquiera la conoce? No sabían absolutamente nada de ella, cuando llevaba años pensando que ellos sabían perfectamente cómo era, cómo actuaba en cada situación, cómo respondía y qué necesitaba en cada momento. No la conocían en absoluto, y sólo en ese milisegundo lo comprendió todo. Lo que ellos entendían como un acto de rebeldía, para ella era algo frecuente, algo que pertenecía a su forma de ser. Lo que ellos entendían como una respuesta fuera de lugar, para ella era una forma de hacerles ver que no estaba bien. Lo que para ellos era un problema puntual, tal vez una discusión con una de sus amigas, para ella era un problema que llevaba atormentándola varios años.
Nunca había sido perfecta en nada. Pero se esforzaba en lograr mil cosas que probablemente estaban fuera de su alcance. Llevaba años luchando por esas mil cosas, sin éxito. Ella tenía un límite al que jamás había llegado, pero las continuas demostraciones de que no conocían nada de ella lograron hacer que ese límite se desbordase. Escapaba llorando de una habitación en la que no conseguía estar más tiempo, diciendo un 'no estoy bien', y con la esperanza de que alguno de ellos fuese detrás de ella para ofrecerle su apoyo y darle un abrazo, como había ocurrido en otras ocasiones. Y aquella vez no fue así.
Y ahí, justo en aquel momento, se dio cuenta de cómo había cambiado todo. O de cómo nunca fue como ella pensaba que una vez había sido.

26 de junio de 2013

Three.

Mirada al techo. Tras un intento de escribir lo que se le pasaba por la cabeza, al final desistió. Necesitaba sacar de dentro todo lo que en ese momento tenía en la mente, necesitaba liberarse de aquella carga emocional. Una lágrima, dos, tres... Cuanto más quería deshacerse algo, más le costaba. Por su mente pasaban a la vez mil recuerdos, mil fechas, mil frases. Y quería transmitir ese sentimiento de desesperación, quería poder describirlo porque sabía que de esa manera podría sentirse mejor. Pero le era imposible. Bloqueo. Tenía tantas cosas que contar que no le salía expresar ni una sola.  Tantas cosas que decir, tantas cosas por explicar... el hecho de tener miles de emociones que exteriorizar es lo que hacía que no pudiera escribir ni una sola palabra. Quizá el silencio era el único que en aquel momento era capaz de decirlo todo... y a la vez no decir nada.
Tan sólo tres puntos suspensivos hubieran bastado para expresar cómo se sentía en aquel momento...

25 de junio de 2013

Two.

¿Quién puede ayudarnos a librarnos de la soledad si ya hemos caído en ella, si ya sólo nos tenemos a nosotros mismos? Si ya no hay túnel con luz al final. Si ya no hay manos a las que agarrarte cuando estás a punto de caer. Si ya no hay fuerza alguna que te empuje a seguir caminando. Si los conocidos se vuelven desconocidos y sólo quedas tú mirando un horizonte que se aleja conforme los segundos pasan.
¿Quién puede encenderte la luz si ya no puede entrar nadie en este universo oscuro, en esta habitación tan fría? Si en los que confiabas ya no están. Si sólo estás tú, rodeado de obsesiones y deseos y sueños, aquéllos a los que te aferras sin saber muy bien por qué.
¿Quién, si te es imposible oír algo o a alguien? Si sólo logras escucharte a ti mismo escribir...

24 de junio de 2013

One.

Bienvenido a la realidad. Ese lugar en el que todo es complicado, en el que encontrarás tanta ficción que su nombre podría perder por completo su significado.
Bienvenido a ese mundo en el que nada es perfecto. Bienvenido al lugar en el que pocos deseos se cumplen, las pesadillas predominan en tus sueños y la meta se encuentra en un horizonte que no acaba nunca.
Estás entrando. Has cruzado la línea; no hay marcha atrás. No te sorprenda que no puedas salir. Es imposible. Verás que todo está, en apariencia, magníficamente colocado. En este lugar nada es casual. Tal vez gira alrededor de un eje invisible que tú no ves. Nunca lo harás.
Puedes observar, pero no tocar. Puedes imaginar, pero no hacerlo realidad. Puedes escribir... pero sólo unos pocos podrán leer.
Bienvenido.