16 de julio de 2013

Nine.

Poca gente se interesa por ti cuando realmente lo necesitas... Y tú estás ahí, día tras día preocupándote por alguien que ya no te piensa... Pero todos tenemos un límite. Y una vez que llegamos a él es casi imposible volver atrás... Y si llegas y lo reinventas, vuelves a tener la oportunidad de que todo vaya bien. Y volverá a fallar si sólo tú crees en que funcionará... Las cosas cambian cuando menos te lo esperas y a veces no puedes hacer nada por evitarlo porque tal vez es demasiado tarde... O tal vez porque sólo tú estás dispuesto a volver a lo de antes. Y el resto no se da cuenta de la fuerza que has invertido para ello... Y cuando parece que todo va a resurgir, cuando parece que vais a ser capaces de retomar algo que creías perdido... Vuelves a verte solo. Vuelves a sentir que sólo tú eres quien tiene las ganas y la fuerza necesarias de volver a vivir lo de antes...
Tanto las cosas como las personas cambian con el tiempo. Y no vale de nada que tú hagas lo imposible por evitarlo. Porque no toda esa responsabilidad recae sobre ti. ¿Qué pasa con el resto? ¿Qué pasa con los recuerdos? ¿Dónde están? ¿Los conservas tú? Porque si te soy sincera yo no puedo olvidarme de absolutamente nada. Ni de las fotos. Ni de las risas. Ni de los vídeos. Ni de los consejos Ni de las carreras. Ni de los piques. Ni de los abrazos. Ni de los guiños. Ni de las caricias. Ni de las bromas... Ni de mis sentimientos. Dijimos aquel 'para siempre' y hoy me veo a mí sola, recordándolo en silencio... Como si fuera la única que recordase todo aquéllo. Nada es para siempre. Y después de unos 7 u 8 maravillosos veranos, creo que va siendo hora de aceptarlo...

'Hoy vuelve a entrar olor a tabaco por mi ventana, y es en ti en quien pienso...'

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