Es como si, de repente, volviera en mí y despertara de este sueño maldito por fin. Pero no... Este lugar se parece demasiado al mundo real. Miro a mi alrededor buscando una respuesta, pero más interrogantes aparecen delante de mí. ¿Cuándo despertaré? ¿Cuándo podré volver a sentir cordura? ...
Parpadeo rápido, sin motivo, sin razón que me guíe. Y dejo de sentir. Apoyo los pies en el suelo, cierro los ojos, los abro de nuevo y todo sigue igual.
Y entonces lo veo claro: esta pesadilla es el puto mundo real.
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